Prueban en Japón bicicleta de hidrógeno

El personal que trabaja en el aeropuerto Kansai de Osaka, Japón, cada día se desplaza por sus instalaciones con mayor facilidad y causando menos estragos al entorno natural. Todo esto gracias a la bicicleta de hidrógeno.

El personal del aeropuerto ha puesto a prueba la bicicleta de hidrógeno para sustituir a los vehículos que circulan por la instalación en un nuevo intento dirigido a reducir las emisiones de dióxido de carbono.

La bicicleta usa celdas de combustible de hidrógeno para cargar su batería, como las bicicletas eléctricas comunes. La ventaja de esta bicicleta es que permite a los usuarios habilitar el ciclo con hidrógeno muy rápido, ahorrándose así el tiempo de espera a que cargue la batería. El proceso demora casi el mismo tiempo en que se llena el tanque de combustible de un auto.

El cartucho de 80 litros de hidrógeno alcanza para mantener la bicicleta en funcionamiento durante tres horas, antes de volverlo a llenar en la estación de hidrógeno del aeropuerto.

El mayor beneficio del uso del hidrógeno como fuente de energía en las bicicletas es su carácter cien por cien ecológico. La única emisión de la celda es agua, no hay emisiones de gases, lo que descarta la contaminación o posible emanación de gases de efecto invernadero.